Siguieron hasta llegar a cierto país, cuyo ambiente naturalmente hace soñolientos a los extranjeros. Esperanza empezó, en efecto, a ponerse muy pesado y con mucho sueño, por lo cual dijo: |
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| Voy teniendo tanto sueño que apenas puedo tener abiertos más los ojos; echémonos aquí un poco, y durmamos. | |
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| De ninguna manera; no sea que si nos dormimos no volvamos a despertar. | |
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| ¿Y por qué? Hermano mío, el sueño es dulce al trabajador; si dormimos un poco nos levantaremos descansados. | |
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| ¿No te acuerdas que uno de los Pastores nos mandó cuidarnos de Tierraencantada? Con eso quiso decirnos que nos guardásemos de dormir. Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios. | |
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| Reconozco mi error, y si hubiera estado aquí o, hubiera corrido peligro de muerte, y veo que es verdad lo que dice el sabio: "Mejores son dos que uno". Hasta aquí tu compañía ha sido un bien para mí, y ya tendrás una buena recompensa por tu trabajo. | |
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